Estos últimos meses han sido toda una pesadilla para la planificación de la nueva plantilla. Aún no ha terminado la pretemporada y las malas noticias siguen llegando a la entidad baskonista.
Ha sido todo un sacrificio incorporar nuevos jugadores este verano. Todo comenzó con la llegada de Heurtel a mediados de Junio. Hasta ahí todo bien.
Unos días más tarde, tras la salida de los dos pivots, Stanko y Batista y de manera sorprendente, llegó Maciej Lampe, con ningún tipo de problema aparentemente. Milko Bjelica fue el siguiente.
Pero a partir de aquel día todo fue a peor. Los días pasaban. Mejor dichos las semanas pasaban y seguía sin llegar nadie. Unos días antes de comenzar la pretemporada, el club anunció un serio problema durante el reconocimiento médico del polaco Lampe. Se trata de una fuerte lesión de cadera que le mantendrá apartado de las canchas entre 5 y 8 meses. El club anunció mediante una rueda de prensa que aún no firmaría nada con el pívot internacional y que esperaría a la resolución del problema para decidir si hacerlo o no. El club podría tener un acuerdo verbal con Lampe para firmar después de superar dicha lesión, pero también debía buscar un nuevo pívot en el mercado.
Durante los siguientes días, todo llegó de sopetón. Prigioni volvió a Gasteiz, Logan cerró finalmente su salida al Panathinaikos y Reggie Williams llegó con el papel de nuevo killer. Pues bien, días después Reggie cayó lesionado y estará durante 1 mes en tratamiento.
Por otra parte, nos encontramos con las presencias baskonistas en el Eurobasket de Lituania. Nemanja no termina de explotar y sus estadísticas son muy pobres. Mirza no anda muy fino, tampoco San Emeterio, tras sufrir un duro golpe durante un encuentro. Devon Van Oostrum, la joven promesa baskonista, causa sensación y Milko Bjelica comienza a engordar sus números, tras un arranque no demasiado bueno.
A 4 de Septiembre, el club aún debe encontrar 2 pívots en el mercado, para cerrar la plantilla y la escasez en Europa podría obligar a negociar con jugadores NBA. Además Ribas podría ser el sacrificado de los 3 escoltas, tema amplio para debatir y comentar, y Oleson podría cerrar en los próximos días su reducción de presupuesto.
Sin duda, este verano se ha convertido en un fuerte quebradero de cabeza para los despachos baskonistas.
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