Entrevista a Marcus Haislip

martes, 5 de octubre de 2010


-Para empezar la Liga ACB, un repaso al Meridiano Alicante. ¿Fue tan fácil como pareció?

-Hicimos un buen trabajo de equipo. Tuvimos mucha facilidad para anotar. Pero lo fundamental es centrarnos en los pequeños detalles y seguir mejorando en defensa.

-Seguro que la palabra 'defensa' es la que más ha escuchado desde que aterrizó en Vitoria.

-Eso es seguro. Es una palabra que está en la mente de todos los jugadores. Está claro que la defensa tiene que ser el sello del equipo para que el entrenador esté contento.

-También habrá escuchado en Vitoria un buen número de comentarios sobre la marcha de Splitter y la dificultad de cubrir su puesto.

-Desde luego que la de Tiago es una gran pérdida. Sin embargo, creo que éste sigue siendo un equipo ganador. De hecho, no espero otra cosa que poder ganar títulos porque todavía hay un grupo importante de jugadores y un buen técnico. Lo que hay que hacer es ajustarse a la nueva situación, encontrar los puntos fuertes que puedan tener otros jugadores y saber explotarlos.

-En el primer choque liguero se midieron a un rival que mostró una imagen débil. Sin embargo, tampoco es fácil lograr una ventaja tan grande.

-Es cierto, pero, a veces, no me gusta ganar de tanta diferencia. Eso puede hacer que dejes de fijarte en las cuestiones que tenemos que pulir.

-Al menos, el equipo mostró una imagen más conjuntada que en la semifinal de la Supercopa contra el Valencia.

-Lo que pasa es que, en estos momentos, cada día de trabajo es fundamental. Estamos los jugadores nuevos, que tenemos que ir entrando en el equipo y hemos de tener cada vez un mejor entendimiento de los sistemas.

-Siendo usted el último en haber llegado, habrá tenido material extra para estudiar.

-La verdad es que los primeros días fueron duros. Tuve que digerir todos los sistemas en un período muy corto. Pero ahora, todo está estudiado. Lo que ahora me queda es encajar y crecer con el equipo.

Técnicos exigentes

-En lo personal, ante el Meridiano usted no terminó de exponer todas sus habilidades en ataque, pero se mostró muy asentado atrás.

-Es la mejor forma de empezar. De hecho, creo que es lo que el equipo necesita de mí. Con una plantilla donde hay tantos jugadores capaces de anotar creo que tengo que centrarme en otras cosas y no pensar sólo en mis opciones en ataque.

-Su fichaje se hizo esperar en verano. Ahora que está aquí, ¿todo lo que ha escuchado de este club o de Dusko Ivanovic se ajusta a la realidad?

-Todo se ajusta a lo que esperaba. Aquí se trabaja duro y nos centramos mucho en la defensa. El entrenador quiere que las cosas se hagan a su manera.

-¿Y Dusko Ivanovic es humano o no?

-Desde luego (sonríe). Es humano como el resto de todos nosotros. En este aspecto, sé bien lo que supone estar a las órdenes de técnicos exigentes. Es algo familiar para mí.

-La filosofía del Baskonia entraña contar con jugadores jóvenes capaces de crecer y competir a la vez. Fíjese que, con 29 años, usted es el más 'viejo' de la plantilla.

-La verdad es que es algo que me hace sentir un poco extraño (sonríe). Nunca he sido el más mayor de mi equipo. Imagino que también es importante tener experiencia, aunque aquí hay jugadores jóvenes que llevan ya unos años compitiendo en la élite. Pero si puedo ayudar en cualquier momento a alguno de ellos dándoles un consejo, una sugerencia o una indicación seguro que lo haré. Y no me cabe duda de que ellos también lo harán conmigo.

-Cumplió la pasada temporada entre San Antonio y Panathinaikos ¿Estaba cansado de hacer mudanzas?

-Necesitaba algo de estabilidad. El año pasado fue un curso de continuos altibajos y, para colmo, no jugué mucho. Tenía que volver a hacer las cosas que hacía bien en el pasado.

-Mucha gente le recuerda por sus actuaciones en el Unicaja. ¿Ha cambiado Marcus Haislip como jugador?

-Básicamente, soy el mismo, pero creo que mi rol va a ser distinto. El Baskonia no necesita de mí altas anotaciones. En ese sentido, es un papel totalmente diferente, más sistemático.

Defensa y rebote

-Hace dos semanas, Dusko Ivanovic ya le ponía deberes al ser preguntado por usted. Por encima de todo, rebote y defensa.

-Está claro que, en un momento dado, puedo hacer lo que siempre he hecho. Sin embargo, el equipo necesita otras cosas de mí y creo que puedo darlas.

-Pero no nos prive de alguno de sus mates.

-Claro que no. Forman parte del juego y seguro que caerá alguno (risas).

-En todo caso, la idea del baloncesto de Ivanovic es clara: contundencia defensiva y, si se puede, a la carrera hacia la canasta contraria. Usted parece encajar perfectamente.

-Sí, pero no sólo yo. Creo que muchos jugadores del equipo son capaces de correr la cancha o amenazar con el tiro exterior. No va a ser un problema sumar o mantener la intensidad en ataque, así que la clave seguirá siendo la defensa.

-El próximo sábado volverá a Málaga. ¿También será una buena prueba para saber en qué punto de maduración se encuentra el Caja Laboral?

-Para mí será algo especial, pero sobre todo, se trata de un buen examen para saber dónde estamos. El Unicaja siempre juega bien en su cancha y este año mantienen un equipo poderoso. Yo quiero centrarme en intentar jugar bien y ganar.

-En la ciudad de la Costa del Sol aún le conocen como el jugador que nunca sonreía en la cancha.

-¿Sí? (risas). Lo cierto es que en la cancha siempre tengo el rostro muy concentrado y no se me suelen escapar demasiadas sonrisas. Siempre trato de estar centrado, me tomo muy en serio el baloncesto.

Fuente: elcorreo.com
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